Del mito del eco a Brian May, by Evánder

Según cuenta una antigua y muy conocida leyenda griega, una ninfa habitante de los montes, los valles y los barrancos, un día se enamoró perdidamente de Narciso, (hijo del río Cefeso), quien rechazó su amor. La pobre ninfa vagó entonces por valles y bosques, llenándolos a su paso con lamentos, hasta consumirse de amor y dolor. Sus huesos se transformaron en rocas. Lo único que se conservó fue su voz que, desde entonces, repite palabras y sonidos ajenos. Se le considera la personificación del eco.

Agradecido debe estar mi amigo Brian May por aquella maldición que recayó sobre la citada ninfa. Él es sin duda uno de los músicos que más partido le ha sacado a este fenómeno físico, lo que unido a su maestría como guitarrista, ha hecho posible que nos haya dejado solos de guitarra espectaculares que han pasado a la historia de la música rock, y siempre utilizados en los conciertos de Queen. He aquí un ejemplo.

No sé para vosotros, pero para mí esto es lo más, es brutal e incluso es la teta, guitarrísticamente hablando. Quizá sea por aquello de que los viejos rockeros nunca mueren.

Besos y abrazos!